El pasado viernes varias docenas de compañías discográficas y cinematográficas solicitaron a la Corte Suprema de los Estados Unidos que anulasen la sentencia que declaraba legales los programas de intercambio de ficheros. Esta sentencia, apelada y perdida por las compañías, se basó en el famoso «caso Betamax» que declaró legales los vídeos porque su uso ilegal dependía del usuario. Estaremos atentos a la decisión que tome el Supremo ya que podría determinar el futuro de las redes P2P.