Verdades y mentiras de los Vampiros

Los juegos narrativos y de rol pueden presentar muchos tipos de protagonistas. En algunos juegos los practicantes asumen el papel de héroes en un mundo de fantasía, o superhéroes salvando al mundo de las fechorías de un villano. En Vampiro, como podéis suponer, los jugadores asumen papeles de vampiros y dirigen a estos personajes a través de un mundo virtualmente idéntico al nuestro.

Los vampiros modernos (o Vástagos, como suelen llamarse a sí mismos) que recorren la tierra son similares y a la vez distintos de lo que podría esperarse. En muchos aspectos los vampiros recuerdan a los familiares monstruos del cine y las leyendas. No obstante, como más de un intrépìdo cazador de vampiros ha descubierto en el peor momento, no todos los cuentos de viejas son ciertos.

• Los vampiros son inmortales

Verdadero. Aunque se les puede matar (un proceso muy difícil), no envejecen ni mueren por causas naturales. No necesitan comer como los humanos, ni respirar.

• Los vampiros son muertos vivientes y deben alimentarse con la sangre de los vivos.

Verdadero. Un vampiro está clínicamente muerto: su corazón no late, su piel está fría, no respira y no envejece. Pero piensa, y camina, y planea, y habla… y caza, y mata. Para alimentar esta inmortalidad artificial el vampiro debe consumir sangre periódicamente, preferiblemente humana. Hay vampiros penitentes que se las arreglan para subsistir con sangre animal, y algunos muy viejos deben cazar y matar a otros de su propia especie para alimentarse, pero la mayoría de los vampiros consume sangre humana.

Los vampiros extraen la sangre de su presa mediante colmillos retráctiles que se desarrollan mágicamente al convertirse en no-muertos. También puede lamer las heridas para cerrarlas por arte de magia, ocultando así las pruebas de su alimentación.
La sangre es muy importante para los vampiros, siendo la base de su existencia y el núcleo de su poder. Comida mortal, aire mortal, amor mortal… todo esto carece de significado para el vampiro. La sangre es su única pasión, y sin ella se marchita y cae en letargo rápidamente. Es más, todo vampiro puede usar su sangre robada para realizar impresionantes proezas de fuerza, curativas y de otros tipos.

• Quien muere por la mordedura de un vampiro se convierte a su vez en vampiro.

Falso. De ser así, el mundo estaría atestado de vampiros. Los vampiros se alimentan de sangre humana, sí, y a veces matan a su presa… pero en la mayoría de los casos ésta se limita a morir. Para volver como un no-muerto la víctima debe ser vaciada de sangre y después recibir un poco de la del vampiro. Este proceso, llamado el Abrazo, desencadena la transformación mística en no-muerto.

• Los vampiros son monstruos, espíritus demoníacos introducidos en cadáveres.

Falso… y verdadero. Los vampiros no son demonios, pero una combinación de trágicos factores les arrastra inexorablemente a perversas fechorías. Al principio el vampiro recién creado piensa y actúa de forma muy parecida a cuando estaba vivo. No se convierte de inmediato en un monstruo sádico y maligno. No obstante, pronto descubre su abrumadora ansia de sangre, y que su existencia depende de alimentarse de su especie. La vida humana, tan corta y barata en comparación con otras, pierde más y más valor, hasta que el «rebaño» mortal en torno al vampiro no tiene más importancia que un enjambre de insectos.

Los vampiros antiguos están entre los seres más hastiados, insensibles y paranoicos (en resumen, monstruosos) que el mundo ha conocido. Quizá no sean demonios exactamente… ¿pero quién puede señalar la diferencia?

• La luz del sol quema a los vampiros.

Verdadero. Los vampiros deben evitar la luz del sol o morir, aunque algunos pueden soportarla breves momentos. Los Vástagos son criaturas de la noche y a muchos les resulta extremada-mente difícil permanecer despiertos durante el día, incluso en lugares cerrados.

• Los vampiros son repelidos por el ajo y el agua corriente.

Falso. Esto no es más que un mito.

• Los vampiros son repelidos por las cruces y otros símbolos sagrados.

Esto es por lo general falso. No obstante, si el portador del símbolo tiene una gran fe en el poder que representa, un vampiro puede sufrir efectos perjudiciales.

• Los vampiros mueren si se les clava una estaca en el corazón.

Falso. No obstante, una estaca de madera (o una flecha, un dardo de ballesta… etc.) en el corazón paralizará al monstruo hasta que sea extraída.

• Los vampiros tienen la fuerza de 10 hombres, pueden dar órdenes a lobos y murciélagos, pueden hipnotizar a los vivos y curarse las peores heridas.

Verdadero y falso. El poder de un vampiro aumenta con su edad. Por lo general, los vampiros jóvenes y recién creados son poco más poderosos que los humanos, pero cuando crecen en edad y entendimiento aprenden a usar su sangre para alimentar diversos poderes mágicos (llamados Disciplinas). Los antiguos pueden rivalizar con vampiros de ficción como Lestat y Drácula, y los verdaderos ancianos (los Matusalenes y Antediluvianos que han acechado en la noche durante miles de años ) suelen tener poderes literalmente divinos.

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